La narrativa envuelve al lector en el problema de Tyler Anselm Bell, atrapado entre los rigores del deber y la atracción indiscutible de lo contraindicado. Priest se transforma en el punto de inicio de un viaje de autodescubrimiento donde cada decisión desgarradora cuestiona preceptos ancestrales y lúcida una pelea apasionada en el interior.